El Chicago Latino Film Festival es el festival de cine latino más antiguo de los Estados Unidos. Este año es uno muy especial, pues celebra su edición 39° regresando al formato presencial, después de tres ediciones virtuales/híbridas.
A continuación, les compartimos algunos pensamientos sobre las películas que logramos ver.
As verdades / The Truths
Brasil, Dir. José Eduardo Belmonte
Unas actuaciones espectaculares – especialmente de la actriz Bianca Bin (Francisca), quien es el eje de la historia – nos relatan tres versiones de una misma verdad, cada una más convincente que la próxima. La película, como bien lo dice su título, está plasmada de verdades a medias que poco a poco se van desvaneciendo en este pueblo de Bahía (Brasil), donde no parece pasar mucho, pero todos callan lo que saben. El director José Eduardo Belmonte supo entrelazar en una tradicional película de suspenso, al buen estilo Rashomon, temáticas tan necesarias como la violencia de género y la búsqueda de una justicia que parece ser elusiva para muchas mujeres. Esto en el contexto de la latinoamérica rural, que parece tener que seguir basándose de sus propias fuerzas para alcanzar lo que todos queremos – la felicidad, el amor en todas sus facetas (propio, de madres, de parejas, etc.) y una vida digna. Belmonte, en medio de todos sus aciertos, también plasma una cuestion filosófica sobre la justicia por mano propia.
Cuentos de un día más / Tales of One More Day
Cuba, Dir. Fernando Pérez, Dir. Rosa Ma. Rodríguez, Dir. Alan González, Dir. Carolina Fernández Vega Charadan, Dir. Yoel Infante, Dir. Katherine T. Gavilán, Dir. Eduardo Eimil
Este proyecto cubano junta seis historias cortas, todas rodadas durante la pandemia. A través de variados temas, los personajes muestran el día a día, al igual que las vicisitudes y temores que todo el planeta vivió durante el pico de la pandemia de covid-19. Lo maravilloso de esta producción es como retrata la condición humana, a veces desde lo más trivial y desde un contexto muy local de La Habana, en quizás la historia más universal que hemos visto hasta ahora. Hay muchas cosas por resaltar de esta producción, pero algo en particular son sus guiños a como el arte y la cultura nos ayudaron enormemente a sobrellevar lo agotador de la pandemia, y la importancia de los cineastas al contar y servir como registros de uno de los episodios más significativos de la historia moderna.
Receta no incluída / Without Prescription
Puerto Rico, Dir. Juliana Maité
Un estudio de personajes con actuaciones muy convincentes, que entre otras cosas, nos deja dos interrogantes – la reparación psicológica a quienes han sido víctimas de un evento traumático, y el tabú que sigue siendo en nuestra cultura hablar sobre la salud mental. En este segundo punto, la directora Juliana Maité nos deja saber que la salud mental debe ser afrontada como núcleos familiares y como sociedad, mientras nos cuestiona el apoyo que damos (o no) a quienes sufren en silencio. ‘Receta no incluída’ es quizás una de las historias mas oportunas en esta edición del festival, en particular cuando tomamos en cuenta que salimos de un periodo donde – a causa de el distanciamiento social – un gran número de personas han sufrido en silencio, aisladas en medio de un período que vió un aumento en abusos, particularmente intrafamiliares.
Santos, Skin to Skin
Estados Unidos, Dir. Kathryn Golden
Este documental nos lleva a fondo para entender la vida y obra de John Santos; músico, percusionista, activista social y educador. Santos – una figura importante en lo que significa resguardar, defender e impulsar los legados de nuestros antepasados – sin pensarlo da una clase en medio del film sobre lo ligadas que están la música afrocaribeña y la resistencia. De allí se entiende como su faceta de activista y músico están completamente fusionadas y se alimentan una de la otra. John Santos no puede ser activista y educador sin ser músico y viceversa. El documental, por otro lado, es un deleite para los amantes de la música, ya que no solo se discute, sino que está fuertemente presente a lo largo del mismo.
Tengo sueños eléctricos / I Have Electric Dreams
Costa Rica, Dir. Valentina Maurel
Ganadora del premio a Mejor Director, a Mejor Actriz y Mejor Actor en el Festival Internacional de Cine de Locarno y el Premio Horizon en el de San Sebastián, este film tico ha sido de nuestros favoritos en esta edición del festival. Penetrante, ambiguo y a veces incómodo, es mucho más que la tradicional película sobre la adolescencia o las relaciones entre padres e hijos. ‘Tengo sueños eléctricos’ nos lleva a un mundo disfuncional donde los adultos están más perdidos que la adolescente protagonista, quien tropieza con la dolorosa realidad que le espera en la adultez; una realidad donde la violencia generacional continúa atentando contra ella. La directora Valentina Murel tanto como la actriz (Daniela Marín Navarro), se mueven con mucha naturalidad sin exceder ni usar recurso baratos, en un mundo donde los hombres – desde el padre, el policía e incluso quien parece ser un artista en quien confiar – tendrán sus deseos arcaicos y/o violentos como sus acciones iniciales casi que por de facto. Una película de la que seguro escucharemos y veremos más, al igual que de su directora y protagonista.
9
Uruguay/Argentina, Dir. Martín Barrenechea
Con un ritmo lento y en un mundo poco retratado, este film nos lleva a la moderna realidad de los deportistas de alto nivel, a quienes casi se les borra toda humanidad para volverlos en máquinas de ganar títulos, y en el caso del protagonista de ‘9’, hacer goles. No sabemos qué piensa este joven jugador de fútbol, mas si sabemos que piensa y quiere su padre – llevarlo a como dé lugar, sin el más mínimo reparo de su salud mental, al futbol inglés (o al que ofrezca un contrato más jugoso). Sin embargo, esta no es la típica épica de una película deportiva, es la de una persona que no ha tomado una solo decisión en su vida y se dedica al fútbol porque es lo que le toca hacer.
La jauría
Colombia/Francia, Dir. Andrés Ramirez Pulido
El tema de la violencia sigue más vigente que nunca en el cine colombiano. Así lo comprueba ‘La jauria’, film que se hizo con el Gran Premio de la Semana de la Crítica en el Festival de Cine de Cannes. Quizás una historia que ya hemos visto en los últimos años con películas como ‘Monos’, y ‘Matar a Jesús’, entre otras. Sin embargo, no deja de ser un gran acierto de principio a fin, con un excelente trabajo técnico y actoral en una historia donde, desafortunadamente, las víctimas siguen siendo jovenes que parecen estar destinados a dos cosas – la muerte o la decadencia social.
El castigo / The Punishment
Chile, Dir. Matías Bize
El más reciente film de Matías Bize es tan atrapador como lo es todo un logro técnico y actoral, al que solo se puede llegar con una gran dirección y conceptos nítidos. Claramente una candidata a reconocimientos en dirección, la película es narrada en tiempo real. Este plano secuencia de 85 minutos nos hace sentir que estamos viendo una pieza teatral. Bize rodó esta película siete veces, incorporando cambios en cada toma, hasta que logró el producto final – la versión que verán en cines fue la sexta toma. Lo que parece ser un caso más de un conflicto interno familiar de unos padres que pierden a su hijo en medio de lo que pareció ser un castigo por mala conducta, nos lleva a cuestionar qué tanto hemos avanzado como sociedad. En un tiempo donde el lenguaje inclusivo está de moda, vemos una familia tradicional moderna, donde el padre parece tener las mejores intenciones, y donde recaen muchos cuestionamientos sobre la madre en cuanto a la crianza de su hijo Lucas concierne, pero no todo es lo que parece (¿o sí?).
Jezabel
Venezuela/México, Dir. Hernán Jabes
Lo que nos pareció más llamativo y rescatable de ‘Jezabel’ fue el contexto político que está entretejido a través del film; el de una revolución fallida y de una clase social privilegiada que puede hacerse de la justicia a su antojo, pero respetando el suspenso que su director quiso crear y la historia principal. Una película en momentos predecibles de un futuro no muy lejano, en una Caracas pocas veces vista en historias recientes, y que puede tener buena acogida en el público, ya que se aleja de los recientes clichés políticos y se interesa en lo que es – un drama sobre un crimen.
Años luz / Light Years
Uruguay, Dir. Joaquín Mauad
A plena vista, ‘Años luz’ parece una road movie con dinámicas familiares complicadas (¿qué familia no las tiene?), pero esta grata sorpresa va mucho más allá, logrando con éxito una historia muy poética, bien elaborada y con una sorprendente dosis de humor sin excesos, a la media correcta. Visualmente es extraordinaria y tiene un tono ambiguo entre lo viejo y lo moderno, con diapositivas manuales de fotos viejas y un antiguo carro que no parece dar para más, pero un guión muy actual y efectivo. La historia atrapa de principio a fin, sin lagunas innecesarias, y vemos una vez más la relevancia de la salud mental, con una mención aparte al actor Federico Repetto, quien supo llevar los hilos en las altas y bajas de sus luchas internas de su personaje (Mateo), quien está enfrentando abiertamente – y con la ayuda de la poesía – su condición.
Amigo
Estados Unidos, Dir. Luis Gispert
Buena premisa que se pudo haber explotado más. Un poco desconectada en momentos donde personajes entraban y salían sin contexto o necesidad, pero con un protagonista (Tomás, cobrando vida por Michelle Fragoso) que eleva la premisa y hace de ella una historia un poco más empática.
La pecera / The Fishbowl
Puerto Rico/España, Dir. Glorimar Marrero Sánchez
Una sentida y conmovedora historia que busca resaltar los síntomas y resultados del colonialismo en Puerto Rico, a través de una comunidad que sufre de altos niveles de mortalidad como resultado de la contaminación que dejó la práctica de la marina estadounidense en Vieques. La experiencia personal – y muy íntima – que tuvo la directora con la enfermedad de su madre, fue un eje de partida para su inspiración, mas esta no es una historia biográfica, sino una de resiliencia y autodeterminación (personal y a nivel de comunidad y nación). ‘La pecera’ ha sido elogiada a lo largo de su recorrido por festivales desde su estreno en Sundance, y en Chicago no ha sido la excepción. ¡Seguimos asombrados al pensar que este es el primer largometraje de Marrero Sánchez!
Gauguin y el canal / Gauguin & the Canal
Panamá, Dir. Frank Spano
Basada en una obra de teatro de su mismo director, esta producción panameña, con diálogos mayormente en francés, nos transporta a una cabaña de Tahití, donde el pintor Paul Gauguin, en medio de arresto por las autoridades coloniales francesas en 1903, se ve obligado a pintar una nueva obra maestra para salvar a su hijo nativo de cinco años. La actuación de Roberto Birindelli encarnando a Gauguin es el alto de la película, quien lleva a la perfección la lucha interna entre la locura y la cordura.
El exilio del mar / The Exile of the Sea
Colombia/Argentina, Dir. Mauricio Abel Brunetti
Una oda a la migración, a las mujeres, y en especial, a la mujer negra. Esta historia poco convencional, basada en una historia real, usa un estilo documnetal y es narrada a plenitud por su protagonista (interpretada por Dayana Bermúdez), quien acertadamente y de una manera corporal impresionante transmite todo lo que Johana siente a lo largo de su historia y reflexión. Quienes no puedan identificarse con la historia, podrán sentir y entender el porqué de sus decisiones y su sentir. Por otro lado, quienes se identifican con partes, o más aún, con todas las experiencias de Johana, encontrarán un bálsamo y un abrazo en este film.
Aunque CLFF ya se está acercando al cuarto piso, no hay inteciones de quitar el pie del acelerador. Este festival pionero sigue apostando y resaltando el talento de la región en su máxima expresión, sirviendo de plataforma para los directores más experimentados, así como una especie resortera para el talento emergente de los 23 países iberoamericanos, que cada vez se arriesgan a contar historias mas variadas y desafiantes.
No te pierdas el resto del Chicago Latino Film Festival, que culmina con la gran noche de cierre el 22 de abril en AMC River East 21. Para más información o para adquirir boletos, visita chicagolatinofilmfestival.org.