Cámara Lenta

‘1991’: A veces la ignorancia es un estado de ánimo que nos permite existir

En 1991, Guatemala está en guerra, pero esto no le importa a Daniel y sus amigos. Ellos solo quieren divertirse. Viajan con bates de béisbol pero su objetivo no es un juego, es una cacería. Recorren la ciudad buscando jóvenes de clase baja y rasgos indígenas a quienes denominaron “breaks”. No saben por qué lo hacen, solo saben que son anti-breaks.

A simple vista pensaríamos que esta película generacional solo trata sobre la llegada a la adultez de Daniel, Tony y sus amigos, y las decisiones que toman o dejan de tomar en esos momentos claves de sus vidas. Pero la realidad es otra; a falta de la presencia de adultos—ya sea porque les tocó migrar a Estados Unidos, como es el caso de la madre de Daniel, o porque piensan que con lujos y dineros solucionan todo, como el padre de Tony—la violencia se posiciona como otra diversión más de la adolescencia, y como el rito para demostrar que son adultos.

‘1991’ tiene muchos aciertos en como retrata la coyuntura de sus personajes, en particular el cambio de Daniel para mantener su nuevo estatus dentro de una elite marcada por racismo social y un silencio generalizado sobre la violencia y guerra que arrastra el país, la cual pareciera que es un mundo aparte de la ciudad. «A veces la ignorancia es un estado de ánimo que nos permite existir,» confiesa Daniel.

Pequeños detalles como segmentos de noticias, o un cadáver a las orillas de un riachuelo, nos dejan saber lo que sucede en el país, y es ahí donde encontramos uno de los grandes aportes de ‘1991’. La película trae a la luz una historia un poco menos conocida, recordándonos las cientas de víctimas de la violencia racial vivida en aquel entonces, de las cuales poco o nada se ha hablado, porque sucedió en silencio, lejos de la guerra televisada, de forma espontánea y bajo el manto de superioridad racial y de clases.

‘1991’ es de esas películas que hacen más accesible la historia, importantísimo para una sociedad experta en olvidar, que deja pasar por alto y esconde los momentos difíciles y oscuros de su historia. En medio de un mundo que se ha volcado a demandar cambios drásticos a los sistemas de opresión y racismos impregnados en todas las esferas de la sociedad, el director Sergio Ramírez nos regala uno de los estrenos más esenciales, y nos invita a reflexionar sobre las consecuencias del pasado, lo incrustada que ha estado la violencia en nuestros países, y la normalización de la misma.

‘1991’ tuvo su estreno mundial en la 38ª edición del Miami Film Festival.

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