El cine latinoamericano vive un gran momento. Afortunadamente hay calidad de sobra y un buen número de producciones saliendo de nuestra región, pero la necesidad de incentivar la formación de público para que las audiencias vean su propio cine continúa siendo una de las dificultades a la cual aún nos enfrentamos.
No es una tarea fácil, se necesitan personas comprometidas y apoyo continuo tanto de medios de comunicación como entidades gubernamentales y centros de educación. Este mes de marzo, tuvimos la oportunidad de participar de la 5ta edición del FICBAQ (Festival Internacional de Cine de Barranquilla), un festival creado con el público de la ciudad como eje, y el cual creemos ser una respuesta a esa ardua tarea de formar público.


Es un hecho que los festivales de cine juegan un papel importante en la notoriedad y promoción de películas, logrando que el público escuche sobre ellas a través de medios locales. Dicho fue el caso de ‘La Tierra y La Sombra’ de César Augusto Acevedo, cuya participación en el Festival de Cannes y recibimiento de la Cámara de Oro generó más cubrimiento por medios colombianos, como también le sucedió a ‘El Abrazo de la Serpiente’ con la nominación al Oscar.
Sin embargo, esa fama mediática no siempre se transforma en público local. Mientras los grandes festivales de la región atraen grandes audiencias, la mayoría de los asistentes son cinéfilos, productores e industria que componen el ya existente público de producciones regionales, de los cuales muchos vienen de otras ciudades. Por eso festivales pensados en un público que no está acostumbrado a ver dichas películas en la oferta comercial local, son un gran acierto para el desarrollo de nuestro cine y la formación de público. Público que está a la espera de todas estas grandes producciones que vemos salir de nuestra región; el FICBAQ tiene esto y mucho más.
El FICBAQ tiene claro para quien está curando las películas que exhibe. “Ser parte del Caribe es ser más que una región, es ser parte de un concepto,” dejó claro el comunicador Fabrizio Martínez durante la inauguración de FICBAQ, refiriéndose a la esencia del festival y su público. Bajo ese mismo concepto, un grupo de jóvenes con pasión por lo que hacen llevan ya cinco años trabajando para proyectar cine diferente en su ciudad y abrir espacios para el cine latinoamericano. “Basado en la retroalimentación de años anteriores, el FICBAQ ha aumentado los días del festival, a diferencia de otros festivales,” comentó Giuliano Cavalli, director de la Fundación Cámara Oscura y FICBAQ, esto con el fin de proyectar más veces la películas y dar más tiempo para que el público barranquillero vea los filmes que hacen parte del festival.
Festivales como el FICBAQ se necesitan en Latinoamérica, no solo por su enfoque en el cine latinoamericano, sino por su continuo trabajo a través del año y su enfoque académico y de formación para hacedores de cine local. A través de la fundación que está detrás del FICBAQ (Cámara Oscura), proyecciones de películas al aire libre están presentes en barrios del área metropolitana de Barranquilla, con el fin de llevar cine a un público para el cual ir a una sala de cine es quizás más dificultoso. Durante el festival, películas en competencia también hacen parte de estas proyecciones al aire libre en diferentes puntos de la ciudad.

Otro de los grandes aciertos del FICBAQ fue crear en su sede una sala de cine (La Cineteca CO), la cual sirve como una sala de cine alterno a la oferta comercial (saturada por películas de Hollywood) durante todo el año. La Cineteca del FICBAQ es definitivamente un proyecto para aplaudir, una sala moderna y cómoda que proyecta cine nuestro y cine independiente internacional a lo largo del año.

El FICBAQ es un movimiento cultural audiovisual imparable, que necesita (y merece) el apoyo de entes locales y del público en general. Un movimiento que debe replicarse a través de festivales de esta índole en toda Latinoamérica, para vernos en nuestro cine y complementar los fantásticos festivales con los que ya contamos en nuestra región. El FICBAQ es sin lugar a duda un gran aliado para el cine colombiano y latinoamericano, y una respuesta a una de las necesidades más grande de nuestro cine: la formación de público.
¡Larga vida al FICBAQ!
Lee nuestra charla con Giuliano Cavalli, director de la Fundación Cámara Oscura y FICBAQ.