‘El Abrazo de la Serpiente’ del director colombiano Ciro Guerra es una película como pocas; una verdadera obra de arte no solo por su temática de genocidio—entre muchos otros temas abordados—sin necesidad de escenas grotescas y gráficas al respecto o por sus excelentes tomas, o más allá por su decisión de ser proyectada a blanco y negro. Lo que eleva más a esta obra del séptimo arte es poder ser la ficción más real sobre una amazonia de la que poco sabemos y poco nos interesamos.
Justamente, contar la historia desde un punto de vista indígena es lo que hace esta película muy real, ya que no se deja llevar por lo más fácil, que sería contar una historia de hombres occidentales que entran a una amazona rara llena de culturas diferentes y peligros. Historia que harían pensar: “Estos hombres sí que son valientes al meterse allí en ese lugar.” Se puede decir que para lograr esa realidad orgánica, que no parece nada forzada a lo largo de la película, Ciro Guerra fue un codirector más de esta obra en la que comparte esa responsabilidad, y se deja guiar de su alrededor. Por ende, la amazonia es un personaje más de la película, y lo que es más importante, codirectora de Ciro Guerra.
Sin embargo esa flexibilidad de Ciro Guerra como director no para allí, ya que existe en la película otra codirección, la cual parte desde la narración y deja contar la historia desde un punto de vista de adentro de la amazonia hacia afuera. El conocimiento y la interpretación indígena de la historia tienen toda la libertad para hacer la película tan suya como la ficción que creó Ciro Guerra a base de diarios de dos investigadores que podrían entenderse como una historia de afuera hacia adentro. De allí, de esa libertad para contar una historia con un lenguaje noble y real, es que los espectadores pueden entender al personaje principal, Karamakate, porque es netamente humano y no cae en estereotipos a que historias de afuera hacia adentro suelen caer—aun sin así quererlo—sobre la amazonia. Todo esto conlleva a que los espectadores puedan ponerse mas facilmente en los zapatos de Karamakate, y no tanto así en los de los personajes con los que hay mucho más en común: los dos investigadores, el alemán Theo y el estadounidense Evan.
Otro aspecto importante a resaltar es el uso de diferentes idiomas, una realidad absoluta que es reflejada en el uso principal de idiomas indígenas, y no el español como recurso natural por parte de la producción. Más allá, el uso de español, portugués, alemán e inglés a lo largo de la película, nos habla de lo que es y ha sido la amazonia. Pero lo más importante de todo esto es que con la película se tomó el riesgo de basarse en idiomas propios de la región y el resultado no pudo ser mejor. Como espectador, se puede apreciar lo genuino de la historia, lo cual se puede apreciar mucho más en la interpretación de sus personajes tanto los indígenas expresándose naturalmente y los investigadores extranjeros comunicándose en el idioma que han tenido que aprender.
‘El Abrazo de la Serpiente’ nos da infinidades de temas para hablar y analizar, como:
- Sus 24 premios internacionales hasta el momento, incluyendo el Art Cinema del festival de cine de Cannes.
- Su nominación al Óscar (la primera para una película colombiana).
- Su temática y cinematografía.
- La proyección del cine colombiano y su crecimiento en los últimos años.
- La carrera de Ciro Guerra y su futuro proyecto que lo llevara al otro extremo del territorio colombiano, La Guajira.
Pero por ahora nos quedamos con esta valoración como la ficción más real sobre la amazonia y el excelente trabajo armónico entre dirección, ambiente, personajes, historia, interpretación y forma de hacer cine para cautivar a un espectador.
En Cine Casual tuvimos la oportunidad de ver esta maravillosa película recientemente, y con cualquier otra valoración que hiciésemos sería difícil de abordar todo. Por eso de esta manera no queremos definir la película, porque no le haría justicia tratar de hacerlo. Pero si queremos resaltar algo de ella, y al buen estilo de Cine Casual,si hay algo que resaltar es eso: Una Amazonia Real.
Así, simple y llanamente—una amazonia real; sin tratar de definirla o darle toques exagerados de magismo entendidos desde nuestro punto de vista más occidental. Una amazonia que es más real en el cine a blanco y negro; una amazonia espiritual pero no una espiritualidad explicada o entendida por Ciro Guerra, sino una espiritualidad orgánica que nos explica su personaje principal Karamakate.
Imágenes cortesía de Oscilloscope.